Todo disfraz debe llevar sus medias de carnaval para integrarse al completo con el personaje. Los disfraces no son sólo vestimentas es cuestión de actitud, de forma de andar y de presencia. ¿Quién no se ha colocado un disfraz de fantasma y ha levantado las manos totalmente en horizontal? Una de las tradiciones americanas donde el disfraz terrorífico gana por goleada es Halloween pero de dónde viene el pedir dulces. La historia nos lleva hasta el pueblo celta que creía que el día de todos los santos los muertos llamaban a tu puerta para llevarse a los vivos y si te disfrazabas de ellos los confundían. Además, te pedían cosas y había que dárselo. De ahí nace el famoso “trick-or-treat que su traducción sería “susto o dulce” pero que en español y por la fonética se ha traducido como “truco o trato”.
Además, las casas se adornan con complementos de navidad, se colocan cuencos con caramelos y se espera con ganas e ilusión a los niños y niñas vecinos a que llamen a tu puerta. Una tradición que ha pasado a ser encantadora y divertida.