De tapas por Sevilla. Este podría ser el titular de este post, esa frase que resume claramente el contido de un texto.
Exactamente, de tapas por el céntrico barrio de Santa Cruz. Pero no vamos a hacer un recorrido por la extensa oferta de bares, restaurantes, tascas y mesones que nos ofrece la judería sevillana, sino que vamos a recorrer, en unas líneas, la más pura y autóctona gastronomía andaluza, que se da cita las barras y veladores de nuestros bares.
El gazpacho, como entrante. Una mezcla de sabor, textura y aroma que no deja indiferente a nadie. Un plato equilibrado, sano y que aporta gran cantidad de vitaminas, minerales y nutrientes, y uno de nuestros favoritos en verano. El exponente de la dieta mediterránea.
Unas ‘papas aliñás’, para compartir. El exponente de la cocina andaluza: ingredientes comunes y elaboraciones sencillas que ganan todo el protagonismo gracias al impecable aderezo de sus productos de calidad.
Para los amantes de la carne, la cola de toro. Para quitarse el sombrero. Sabor y textura, un plato para entrar en calor.
Un frito variado, para los que disfrutan del sabor del mar. Chocos, merluza, puntillitas, calamares y el conocidísimo ‘adobo o bienmesabe’, un cazón aliñado que, sólo de pensar en él, se nos hace la boca agua.
Si, para poner la guinda al pastel, acompañamos cada tapa de una buenacopa de Manzanilla, un Pedro Ximénez o un Montilla-Moriles, todos caldos de nuestras tierras, la velada no podrá ir mejor.
Disfrutar de la cultura gastronómica y vinícola de Andalucía requiere su tiempo. Por ello, si eres de fuera y estás de visita, nada mejor que alojarse en un hotel en Sevilla con encanto, como el Hotel Ribera Triana, que por su perfecta ubicación podremos disfrutar de bares típicos y los rincones más emblemáticos de la capital andaluza.