Su aroma, su juguito, su color… ¿quién no disfruta de una buena carne a la brasa? Es difícil resistirse a algo tan delicioso y que despierta nuestro apetito con solo olerlo. Pensar en carnes a la brasa en el Aljarafe nos hace la boca agua. ¿A ti no?
Para una buena elaboración, lo primero es la elección de la madera o combustible que usaremos. Te preguntarás ¿por qué? Algo sencillo, le aporta calor y aroma a la carne y, por eso, elegir madera de roble u olivo son una excelente opción. Tener en cuenta la preparación del fuego y las brasas es un proceso lento y necesita de tiempo. Aquí las prisas no son buenas, así que hay que tomárselo con calma y disfrutar del momento.
Recuerda que, una vez que tengamos listas las brasas, cocinaremos sin llamas y usaremos la mano para comprobar que podemos comenzar a colocar la carne. Si pasados 7 segundos eres capaz de aguantar el fuego, es que es el momento para poner tu corte preferido. Ahora debes elegir entre un método directo o indirecto para cocinar la carne y, por supuesto, no darle continuamente vueltas. Eso sí, si ves que no tienes tiempo, siempre puedes ir a una brasería en el Aljarafe. La mejor forma de disfrutar de la carne sin esfuerzo.