Normalmente el problema proviene de una filtración por el poro, fisura o mal aislamiento con la red de saneamiento. En algunos casos suele carecer de protección por un sifón. Se trata de algo normal.
Lo más normal es que el sifón o la propia tubería haga que no huela mal. Especialistas como Fontariscal advierten de remedios bastante eficaces. Uno de ellos es:
- Calentamos medio litro de agua.
- Mezclamos 100 gramos de bicarbonato de sodio con el agua y 200 mililitros de vinagre normal.
- Vertemos este líquido en la tubería.
- Dejamos durante media hora que actúe.
Puedes repetir el consejo que te hemos dado varias veces. En el caso de que no mejore las circunstancias, acudir a especialistas en materiales de fontanería en Sevilla puede ser una buena opción. Más vale ponerle solución a tiempo antes de que se de un problema de mayores dimensiones.
En la mayoría de ocasiones suele manifestarse de forma inicial el mal olor de forma algo sutil. No dejes que se expanda. Si tener este problema en casa supone todo un engorro, cuando dispones de una empresa de restauración es realmente causa de cierre. Todo el trabajo de meses podría irse al traste.